Antitesis: mayo 2008

La semana anterior, en un servicio de mi iglesia tuve la aterradora oportunidad de observar un documento, que revelaba de una manera al parecer contundente, la existencia del infierno en un lugar bajo la superficie terrestre:

Luego de casi ocho minutos de video, quedé realmente asombrado y muy conmovido, por lo absurdo de las especulaciones que allí se presentan, aumentando mi asombro al buscar posteriores referencias en la Internet, donde encontré tristes calcos del video que yo había observado, además de otros referentes, donde se defiende la veracidad de este hecho, argumentando que es un documento de carácter “científico”.

A continuación, utilizaré uno de los postulados que pude observar en los videos de iglesia que soportan esta teoría, por no llamarla de otra manera, acerca del infierno del doctor Azzacov, en el cual se atribuye a la Internet el don de la omnisciencia, diciendo que “eso es verdad, está en Internet”, para demostrar a través de búsquedas Web, hechos sencillos que desvirtúen esta especulación, por demás ridícula.

En primer lugar, en el video que se presenta anteriormente (la referencia mas actualizada que aparece en www.youtube.com, con fecha 12 de septiembre de 2007), deja mucho que desear de un documento que pretenda ser consistente desde el punto de vista científico, presentando en primer lugar, después del titulo, un texto que cita “el siguiente relato es un hecho verídico” (tiempo 00:22), siendo esta entonces la única razón por la que valga la pena seguir torturando a la ansiedad que habita en cada uno, a ver si encontramos un saludo de parte de Satanás o algo así entre las voces del infierno. La veracidad de un hecho científico se remite a la observación de los hechos que la soportan y a su repetibilidad, logrados estos dos aspectos se puede deducir la veracidad de un hecho particular.

El agujero cavado por el equipo de “un tal Dr. Azzacov” (tiempo 00:46), alcanzó una profundidad de 14,4 Km. desde la superficie (tiempo 01:32), penetrando entonces algunas capas de la superficie terrestre en un lugar cerca de Siberia (lo cual me suena a uno de tantos traumas post-guerra fría), donde encontraron un agujero o galería de particulares dimensiones. En un articulo Web, titulado la industria petrolera en el mar, se habla de excavaciones por debajo de la superficie marina de máximo 450 metros, esto después de la década de los 80 ya que Internet es mas joven que eso y este artículo en el peor de los escenarios, dataría de la comercialización de la red en 1993 aproximadamente, así que pensar en 14,4 Km. es una cuestión digamos, en desarrollo.

Ahora bien, el Dr. Azzacov, pudo obtener registros de temperatura de 1100 ºC (tiempo 02:11), cerca de los 2000 grados Fahrenheit. Remitiéndonos a la tecnología contemporánea al “descubrimiento” del infierno en la tierra, diríamos que los sensores térmicos disponibles, podrían abarcar mediciones entre -200 ºC y 1000ºC , en las aleaciones de semiconductores de mayor desempeño, ahora bien los empaquetados en los que se ponían los termistores de la época, estaban construidos de materiales que difícilmente soportarían una temperatura superior a los 1000º C, sin llegar a temperatura de fusión, como el aluminio o el cobre. Para poder obtener registros de temperatura mediante un termistor, se requiere que este esté muy cerca de la fuente de calor para obtener la medición más exacta, para lo cual se necesita un conductor eléctrico para transmitir los datos a un computador o sistema de visualización, conductores regularmente de cobre. Con temperatura de fusión de 1085 ºC, temperaturas todas menores a los 1100 ºC que el doctor Azzacov pretende haber registrado.

Por ultimo, trataré el asunto de las “voces” que fueron grabadas, el equipo del Dr. Azzacov (cada vez sospecho mas de la existencia de este individuo), colocaría presuntamente micrófonos especializados en la galería (tiempo 03:01). Corroborando los rangos de temperatura de operación de micrófonos de alto desempeño modernos, he encontrado que la temperatura límite de operación de un micrófono para detectar ruidos en el suelo es de

55 ºC en un buen caso, y de un micrófono cardioide unidireccional para batería 57 ºC, lo cual hace imposible que lo que sea que hayan grabado los micrófonos que se supone estaban ahí sea un sonido real o aproximado, eso desconociendo los anteriores argumentos.

Pasaré por alto el hecho de que un periódico del sector tenga sus encabezados en ingles (como muestra la imagen del artículo que registra el hallazgo), que se musicalize con oh fortuna de Carl Orff (típica canción para asustar) y otras cosas que hacen de esta superchería, la especulación cristiana mas ridícula que escuchare en mucho tiempo (eso espero).

Personalmente, como cristiano creo en la existencia de un lugar de condenación, llámese infierno, Hades, Seol o como se quiera, para aquellos que desconocieron la verdad de Dios y su amor infinito, pero siempre estaré en desacuerdo, con los que quieran hacer del miedo una herramienta de evangelización, y mucho menos en utilizar la ciencia de una manera tan procaz, para pretender ajustar los paradigmas medievales del infierno bajo tierra, ¿Qué falta señores, que encuentren la escalera al cielo?

Referencias Web